Por ahí dicen que existe una cosa llamada justicia divina. Karma. Retribución cosmica.
También dicen que la televisión no miente.
– Pero doctor, lo vi en la tele y la tele no miente.
A veces uno no le toma el peso a las decisiones. Lo que no resultó, la idea loca que no se dijo (o que se dijo), las flores botadas y los chocolates derretidos.
Pensar que pudo ser distinto, en otra galaxia, en otra dimensión.
Se aprende más del error propio que del ajeno, pero el ajeno suele ser menos doloroso.
– En la medicina existen tres cosas que son efectivas: la aspirina, la morfina, y la mentira. El resto son puras patrañas.
La vida es extraña y caprichosa. Decidimos irnos por un buen rato porque los viejos ignoraban completamente nuestra presencia. Justo ahí se acordaron de nosotros y tuvimos que volver a dar la cara.
No existíamos, pero luego sí, y después no.
Pablik dice: hola, que tal?
Jenny dice: bien…
Pablik dice: alguna novedad?
Jenny dice: mi mamá se fracturó la columna y no volverá a caminar.
**Jenny se ha desconectado**
White & nerdy. Y eso que pasó hace tanto tiempo…
Speaking words of wisdom, let it be?
– De aquí a unos años, me importará una mierda lo que cante Justin Bieber. Pero seguiré escuchando a los beatles.
– Y es cierto que te gustaría ser como Freddy Mercury sólo para disfrazarte de mujer?
So… ok. Fue un largo y cruento hiatus lleno de aventuras por doquier. Suena así: crocante y papanicolau.
Imagina un manga. Si, si, un manga. Quiero decir, un comic japonés (no confundir con ropas ni detalles de chalecos emo). El manga más violento que me ha tocado ver. Gore, thriller, destripamiento, violencia, sexo,razas alienígenas, pistolas, sangre y seres vivos volando en mil pedazos.
Lo mejor de lo mejor y sin censura. El gran requesón.
Como muchos podrán imaginar, no estoy hablando de Doraemon ni de Hello Kitty. Estoy hablando de un manga con cojones llamado Gantz.
Y luego viene lo interesante. El autor decide tomarse unas vacaciones y descontinúa el proyecto. Un «hiatus», que le llama. Mientras tanto decide publicar otra historia sobre un tipo que tiene 30 años y desde los 15 vive encerrado en su habitación. Nunca ha salido y no piensa hacerlo.
Y claro, llega una mujer que trata de cambiarlo, y comienzan los detalles tiernos y dulzones, y me da rabia porque me acuerdo de mi vida y todo resulta un bodrio.
Un bodrio. Hiroya Oku, ¿qué hiciste? ¿por qué tuviste que prostituirte?
Da igual. No hay vuelta atrás y yo apagaré la luz y a dormir.
«… y me dirigía a mis clases en la ciudad de Manhattan. Para los que no la conozcan, les diré que es una ciudad de locos. Sus calles son un caos entre ciclistas, autos y motos, y como resultado de eso uno nunca debe confiar demasiado en los semáforos ni en el sentido del tránsito. Vi a una mujer cruzar con descuido, sin fijarse en nada ni en la luz roja. Un ciclista casi choca con ella, pero tras hacer una maniobra milagrosa pudo evitarla y seguir adelante. La señora, en vez de detenerse y meditar sobre su error y lo que había pasado, se puso a lanzarle todo tipo de improperios al pobre ciclista. Cinco segundos más tarde, la mujer fue impactada por un automóvil y voló 10 metros hasta quebrar una vitrina.»
Shit happens. La gracia es saber enfrentarla.
– Bien, señora, debo hacerle algunas preguntas. ¿A que edad le llegó por primera vez la menstruación?
– Mmm… creo que a los doce.
– ¿Todavía tiene vida sexual?
– No, ya van casi 10 años en que no.
– Vaya… entonces se podría decir que usted tiene una muerte sexual.
Es como la hoja de urgencias en la maternidad, en donde un pazguato escribió «Motivo de consulta: Falta de actividad sexual». Es como la paradoja del tipo viejo ultra viejo requete contra viejo, postrado y sin futuro, que ya ni habla, ni come, y usa pañales, y que entra en paro cardíaco. Desesperados, contra todo sentido común y de autopreservación, los familiares le piden al médico que lo reanime. Y aunque no le guste la idea le aplica golpes eléctricos, drogas vasoactivas, masaje cardiaco, y funciona. «Diablos… funcionó» se dice. «Este viejo tenía una misión pendiente en el mundo: joderle la vida a los familiares».
Tal vez la vida tiene más cosas de las que salen en la TV.
– Mira, te presento a la Naty. Ella estudia veterinaria, asi que creo que tienen algo en común.
– Mmm… lo unico en común que le veo es cuando la gente tiene que decidir entre tener un perro o un niño.
Y así con las sondas rectales, mi chico.
– Ella es Silvana, creo que tienen la misma edad.
– Hola, ¿Qué tal? n.n
– Y esta es Ambi, su hija de seis años.
– Oh… ah… hola, ¿qué tal? u.u
Y así con los animalitos del bosque, la internet, south park y las parodias. Peruvian Panflute Bands^^
– Este fin de semana conocí a una mujer de mi edad.
– ¿Pero?
– Tiene una hija.
– Ouch.
– Pero conocí a la niña chica y es simpaticona… Me acordé de tu prima extranjera neoliberalmodernacontemporánea que viaja por el mundo en bote y comiendo vegetales, cuando dijo «¿y que importa que tenga niños?». Si los hijos no tienen la culpa de nada.
– Claro, la culpa la tuvo ella.
– …
– …
– … bueno, ya no importa. Al final siempre termino aplicando mi increíble habilidad de no apegarme a nadie.
Quedan dos meses de obstetricia y ginecología y ya me volví un maestro del espéculo. Sería capaz de verle el cuello uterino incluso al profesor Pelotini, que tanto le gustaba hinchar con el tema.
– Doctor, si usted se sigue equivocando así, puede que mate a un paciente en el futuro.
– Eso me tiene sin cuidado. La verdad es que si me sigue tratando así, doctora, es más probable que la mate a usted primero.
Respeto. Los buenos modales. Si eso no existe entonces no seríamos mejores que un saqueador de televisores en terremoto. Pero el silencio. La hipocresía. ¿Dónde están los amigos cuando uno necesita insultar a alguien?
– Me-cago-en-vos! Me-cago-en-vos!
Así, como el nuevo mantra de ginecología.
– Me-cago-en-vos! Me-cago-en-vos!
Quedan dos semanas y se acaban los turnos y las rotaciones ginecológicas por hospital. Es una excelente razón para celebrar. ¿Qué podría salir mal en dos semanas?
– Me-cago-en-vos!
Perdí el celular. Ojalá que el tipo que lo encuentre le pague las cuentas pendientes (?)
– Mira, si algún día llegas a divorciarte, tu mujer te puede quitar todo. La casa, el sillón, los niños… pero por nada del mundo dejes que te quite el perro…- y luego añade en tono coqueto – es que uno se encariña con la weá.
A continuación el relato que, precisamente, sale a la luz tras seguir durante 24 horas el acontecimiento de proporciones catastróficas por los canales de noticias del cable.
Estaba literalmente sentado fuera de los pabellones quirúrgicos cuando el médico a cargo de la dantesca maternidad, con mujeres gritando alocadamente a lo largo del recinto, me dijo que era hora de realizar un procedimiento de importancia vital en una paciente extranjera.
– ¿Cómo, nunca antes has operado a una paciente afroamericana?
Apenas hizo la primera incisión de la estrepitosa cesárea, un río sanguinolento de sangre sanguínea inundó el escenario y tuvimos que hacer acopio de hasta el último de los recursos para seguir adelante con nuestra hazaña de proporciones bíblicas.
Una vez ya hubo salido la criatura, procedimos a cerrar tamaña herida quirúrgica, no sin antes enfrentar uno que otro contratiempo debido a las cantidades industriales de líquido enrojecido que brotaba del interior de la paciente.
– ¿Qué, acaso creíste que saldría chocolate? Si por dentro son iguales a nosotros.
Uh…
Un saludo saludoso a todas las mujeres en su día, sobretodo a las que no conozco en intimidad y espero algún día llegar a conocer… sin tener que mediar de por medio una camilla ginecológica.
(?)
– Dotó, dotó! Si la sexualidad tiene una orientación, entonces cuál sería el norte?
– Ah, si, ella es preciosa. Hace un par de años podríamos haber empezado una linda relación, pero me dijo algo terrible.
– ¿Qué te dijo?
– Que no.
Así de simple. Cada noche tomo mi bicicleta y pedaleo unos 20 minutos hasta divisar la señal divina del éxtasis corporal (un letrero gigante del McDonalds). Luego emprendo la retirada con una mirada triunfal, como burlándome de los tipos que trotan con la lengua afuera.
Nadie parece advertir espontáneamente que soy un buen tipo.
– Mira Pablo, tu problema es que eres un tipo demasiado metafísico. Si quieres hablar, para eso inventaron a los sicólogos. Las mujeres están para otra cosa.
– Doctora, ayuda, mi señora está con controversias!
– Ah, cómo?!
– Controversias, mi señora tiene controversias!
– No querrá decir… contracciones?
Controversias. Por un lado están las que buscan tener niños y para su mala suerte les falla el embarazo. Nadie tiene la culpa, nadie se lo buscó, así es la naturaleza… la medicina tiene respuestas para todos los gustos, pero ninguna soluciona el problema.
La infertilidad puede ser una pesadilla, pero el otro lado de la moneda no deja de ser interesante. Hay sorpresas para las que cierran la fábrica y abren el parque de diversiones.
– … y la última vez que me operaron fui esterilizada.
– Bueno, señora, llegó el resultado de su examen. Le informo que está embarazada. Aleluya!
No es que me gusten las cosas tóxicas, pero curiosidad no me falta. O es una larga historia, o tiene un componente siquiátrico, o logro apuntarle al jueguito del superhéroe.
– … señora, mire, si se toma estas pastillas y luego acude a control con su médico, todo irá bien.
– ajá…
– Claro, en teoría…
– …
Ya, no sé que agregar. Ahora último pude ver «No Country for Old Men» por segunda vez y pude apreciar que es una buena película. El villano, los efectos, los diálogos, la persecución… pero lo mejor fue evocar el recuerdo.
Rincón Insano 
